Queremos ser más productivos, aprovechar nuestro tiempo al máximo y dar un giro en nuestras vidas. También queremos ser más eficazes y tener la capacidad de alcanzar los objetivos y metas programadas con el mínimo de recursos disponibles y en el tiempo previsto. Pero el tiempo parece que ya no es suficiente para ninguno de nosotros, estamos siempre muy ocupados y casi siempre aparecen nuevas emergencias y cosas que atender o solucionar.
Por eso es muy importante saber administrar bien nuestro tiempo y tratar de cambiar las estadísticas que dicen que, en lo que respecta a la productividad laboral, aproximadamente el 30 % del tiempo de las personas no se administra adecuadamente y, por lo tanto, se puede considerar un recurso mal gestionado.
A continuación le voy a presentar algunas técnicas sencillas enfocadas a la mejorara el rendimiento del día a día:
1. Haga una lista de las tareas más importantes: es mejor tener una lista de todas las tareas que debe realizar, de esta forma usted puede realizar un seguimiento de lo que hace en cualquier momento. Por otra parte, es bueno es identificar las prioridades para cada tarea, de lo contrario puede dedicar mucho tiempo del día a tareas no prioritarias, descuidando otros asuntos son más importantes.
2. Haga énfasis en la realización de tareas en lugar de crear otras: las listas de prioridades pueden tener un efecto boomerang en su trabajo. Usted puede encontrar cosas nuevas por hacer a medida que avanza en el trabajo. Lo ideal es finalizar las tareas previas y sólo después añadir las nuevas tareas a la lista, de lo contrario corre el riesgo de ignorar los trabajos empezados y centrarse en nuevos objetivos.
3. Conozca sus mejores momentos del día y establezca el final de sus horas de trabajo: algunas personas trabajan mejor por la mañana, después de beber su café, otras lo hacen a media tarde y otras por la noche, cuando la mayoría de las personas terminan de trabajar. Pero, normalmente, sus responsables no les pedirán que trabajen cuando se sientan más productivos. Por tanto, en los momentos del día en que usted está haciendo esfuerzos considerables para concentrarse es mejor romper la actividad y aprovechar para limpiar su bandeja de entrada, leer algunas noticias... Así, en pocos días se dará cuenta de los mejores momentos del día para concentrarse y podrá dedicarlos a las tareas más exigentes. Finalmente, sería deseable establecer la hora exacta a que termina su jornada de trabajo, de lo contrario los días con un nivel de exigencia superior puede llegar a romper su propio esquema de concentración y acabar la jornada a altas horas de la noche.
4. Cronometre tiempos y sea realista: al realizar una tarea nueva está bien cronometrar el tiempo que necesita para llevarla a buen término. Por tanto, cuando se enfrente por segunda vez con algo similar, ya sabrá que necesitas un tiempo concreto para volverlo a hacer. Por supuesto, puede reducir algunas horas / minutos del tiempo inicial, dependiendo de la complejidad de la tarea (si hace algo parecido varias veces lo hará más rápido la próxima vez). En cualquier caso, le recomendamos ser realista: una estimación de decenas de minutos para una tarea que a cualquier persona le puede tomas 3 o 4 horas no le ayudará para nada, al contrario, le puede complicar aún más el programa y puede dar a sus responsables una visión negativa respecto a usted.
5. Viva una vida saludable: esto puede sonar como un estereotipo pero le aseguramos que es una recomendación muy útil. Duerma bien, coma sano y, durante las horas de trabajo, tome una respiración profunda durante 10-15 minutos después de bloques de varias horas intensas de trabajo. ¡Hágalo y verá los resultados!
Es importante tener en cuenta estos consejos y tratar de establecer su propio ritmo de trabajo. El cerebro y su cuerpo tienen sus secretos: los puede descubrir y utilizar para que, tanto usted como sus responsables, estén más satisfechos con su rendimiento y para que cuando termine su jornada de trabajo no piense que también ha acabado el día.
1. Haga una lista de las tareas más importantes: es mejor tener una lista de todas las tareas que debe realizar, de esta forma usted puede realizar un seguimiento de lo que hace en cualquier momento. Por otra parte, es bueno es identificar las prioridades para cada tarea, de lo contrario puede dedicar mucho tiempo del día a tareas no prioritarias, descuidando otros asuntos son más importantes.
2. Haga énfasis en la realización de tareas en lugar de crear otras: las listas de prioridades pueden tener un efecto boomerang en su trabajo. Usted puede encontrar cosas nuevas por hacer a medida que avanza en el trabajo. Lo ideal es finalizar las tareas previas y sólo después añadir las nuevas tareas a la lista, de lo contrario corre el riesgo de ignorar los trabajos empezados y centrarse en nuevos objetivos.
3. Conozca sus mejores momentos del día y establezca el final de sus horas de trabajo: algunas personas trabajan mejor por la mañana, después de beber su café, otras lo hacen a media tarde y otras por la noche, cuando la mayoría de las personas terminan de trabajar. Pero, normalmente, sus responsables no les pedirán que trabajen cuando se sientan más productivos. Por tanto, en los momentos del día en que usted está haciendo esfuerzos considerables para concentrarse es mejor romper la actividad y aprovechar para limpiar su bandeja de entrada, leer algunas noticias... Así, en pocos días se dará cuenta de los mejores momentos del día para concentrarse y podrá dedicarlos a las tareas más exigentes. Finalmente, sería deseable establecer la hora exacta a que termina su jornada de trabajo, de lo contrario los días con un nivel de exigencia superior puede llegar a romper su propio esquema de concentración y acabar la jornada a altas horas de la noche.
4. Cronometre tiempos y sea realista: al realizar una tarea nueva está bien cronometrar el tiempo que necesita para llevarla a buen término. Por tanto, cuando se enfrente por segunda vez con algo similar, ya sabrá que necesitas un tiempo concreto para volverlo a hacer. Por supuesto, puede reducir algunas horas / minutos del tiempo inicial, dependiendo de la complejidad de la tarea (si hace algo parecido varias veces lo hará más rápido la próxima vez). En cualquier caso, le recomendamos ser realista: una estimación de decenas de minutos para una tarea que a cualquier persona le puede tomas 3 o 4 horas no le ayudará para nada, al contrario, le puede complicar aún más el programa y puede dar a sus responsables una visión negativa respecto a usted.
5. Viva una vida saludable: esto puede sonar como un estereotipo pero le aseguramos que es una recomendación muy útil. Duerma bien, coma sano y, durante las horas de trabajo, tome una respiración profunda durante 10-15 minutos después de bloques de varias horas intensas de trabajo. ¡Hágalo y verá los resultados!
Es importante tener en cuenta estos consejos y tratar de establecer su propio ritmo de trabajo. El cerebro y su cuerpo tienen sus secretos: los puede descubrir y utilizar para que, tanto usted como sus responsables, estén más satisfechos con su rendimiento y para que cuando termine su jornada de trabajo no piense que también ha acabado el día.
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